Mi experiencia en defensa de derechos humanos en luchas populares aportará visión social a los debates de la Corte.
Cargo | Hombres Ministra/o Suprema Corte de Justicia de la Nación |
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Núm. en la boleta | 36 |
Votos | 2,576,308 |
Entidad | NACIONAL |
Sexo | HOMBRE |
Escolaridad | Doctorado |
Trayectoria | Abogado y politólogo de formación, he enseñado en universidades públicas y privadas como profesor auxiliar. |
Postula | Poder Ejecutivo Federal, Poder Legislativo Federal |
agallardof@hotmail.com | |
Perfil | Página INE |
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El caso de la lucha de los pueblos campesinos de Palmarejo, Acasico y Temacapulín contra la presa El Zapotillo en Jalisco nos demostró a toda la ciudadanía la importancia de combinar, en la defensa de derechos humanos, varias sedes: legislativa, judicial y ejecutiva. La división de poderes no es simple confrontación (como una visión superficial del principio argumenta) sino colaboración crítica entre las ramas del árbol generoso que debe ser el Gobierno de la República. La Corte no es una isla.
El Juicio de Amparo es difícil de activar y aún más penoso de sostener. En general, las complejidades del litigio constitucional aumentan costos y dependencia de la ciudadanía frente a operadores jurídicos tradicionales. Así resulta que apenas llega al máximo tribunal un puñado de casos relevantes para los sectores populares. Necesitamos un tribunal constitucional más preocupado por las carencias sociales y que sea activista en favor de los derechos de todas y todos.